Calle Valencia

El término Modernismo se aplica a una corriente estética ligada principalmente a la arquitectura y las artes decorativas que se desarrolló en Europa hacia el final del siglo XIX y el primer cuarto del XX. Este movimiento fue impulsado por una nueva clase, la burguesía, que quiso reivindicarse a través del arte, basándose en la utilización de nuevos materiales como el hierro, el vidrio y los azulejos derivados de la Revolución industrial. Se apostaba por el movimiento y la ornamentación, plasmado mediante elementos decorativos naturales. El nuevo estilo se proyectaba desde los edificios hasta incluso la elaboración del mobiliario y utensilios domésticos.

La zona valenciana se caracterizaba por usar elementos de la cultura popular, consiguiendo así una exaltación de los rasgos propios y diferenciadores. Entre la ornamentación popular nos encontramos con esculturas, decoración o mosaicos de naranjas, indumentaria valenciana, dragones y murciélagos.